Sierra de Bernia – La Cova de L’Arc

De La cova de l’Arc y las umbrías de Bernia

     Cuando Jose me llamó esta semana para ver donde nos íbamos este sábado me hizo unas cuantas propuestas muy tentadoras: Benicadell, Frares, Foradada… pero fuí muy firme en mis convicciones:

     «Mira, Jose, a todos esos sitios en cuanto quieras. Pero esta semana me he comprado botas nuevas, y las botas nuevas hay que bautizarlas en Bernia. Ya lo hice con las anteriores y uno tiene que ser fiel a las tradiciones. Además, ¿se te ocurre un mejor lugar donde poder enterrar las viejas?»

De La cova de l’Arc y las umbrías de Bernia

     La amiga Ana nos había abandonado por un puñado de calçots. Aún recuerdo sus últimas palabras antes de marcharse…

«Si, si, iros a Bernia, que aquello ya lo conozco bien».

¡Que equivocada estaba mi amiga Ana! ¡Bernia nunca te la acabas!. Allí… cada roca… guarda una caja de sorpresas. Y la de hoy…

¡fue una de las más grandes!

     Yo también creía conocer Bernia. No se cuantas veces la he subido. Y lo he hecho desde Casas de Bernia… y desde Altea la Vella… y desde les Fonts de L’Algar… y… ¡fui capaz un día de subir a la cresta!

De La cova de l’Arc y las umbrías de Bernia

     Vale, vale, no os riáis más. Subí y no fui capaz de moverme un metro. Pero ¿qué culpa tengo yo de ser tan desgraciado? Lo sé, soy el colmo del montañero…¡un montañero con vértigo!. Pero coincidiréis conmigo, en que la cresta de Bernia es algo especial, uno de los mayores espectáculos naturales de la Comunidad Valenciana… pero recorrerla, ¡es algo que no está al alcance de todos los mortales! Un día fui capaz de atravesar el Barranco del Infierno. No descarto algún día ser capaz de atravesar la cresta del cielo. Al Barranco me atreví después de un par de carajillos. Tendréis que esperar a que esté borracho para ganarme el cielo.

De La cova de l’Arc y las umbrías de Bernia

     Dejamos los coches, como casi siempre, en las Casas de Bernia. Fuimos ligeros a la Font de Bernia. Nuestro primer objetivo, como marca la tradición, atravesar el forat de Bernia. El objetivo final: el sector oriental de Bernia.
No voy a entretenerme en contaros la subida al famoso agujero, mil veces anteriormente relatada, pero cómo debía subirme la excitación de encontrarme con mi amada Bernia, que hasta la posibilidad de subir por el Portitxol, me pareció extremadamente sencilla. Me sentía fuerte y parecía que las empinadas pedreras perdían grados en su inclinación. Pero, visto lo visto hoy, nos quedan muchas cosas que hacer en esta sierra y lo del Portitxol, mejor dejarlo para otro día.

De La cova de l’Arc y las umbrías de Bernia

     Llegados al Forat, decidimos atravesarlo para gozar de la segunda mejor panorámica de la Marina Baixa. Va, preguntadmelo… ¿cómo que la segunda mejor? ¿qué cual es la primera? Mirad, chicos, si decidís venir a Bernia desde Jalón (Xaló) en vez desde Benissa, no recuerdo si es a la altura del kilómetro once ó doce de la carretera, hay una curva del camino, que si pilláis el día despejado, tenéis una visión de Puig Campana y el resto de las montañas de Aitana, que aquello no le tiene nada que desear a los Pirineos. Además, el encuadre visual, os priva de distorsiones como Benidorm y otras aberraciones que, desgraciadamente, entran en el campo de la visión desde el Forat. Hacedme caso y desviaros un día hasta allí.

¡La vista no tiene precio!

De La cova de l’Arc y las umbrías de Bernia

     Iba a enterrar mis botas viejas en un rincón del Forat. Pero, dudé. Es un paso muy transitado y alguien podría despertarlas de su descanso eterno. Me han acompañado durante centenares, yo diría que un par de miles, de kilómetros de montañas. Juntos hemos pasado grandes momentos y siempre fueron fieles…

¡jamás me traicionaron en una mala jugada!

      Merecían la mejor de las despedidas y en la umbría encontré una balma, protegidas del sol y de la lluvia. Decidí no enterrarlas y que disfrutaran eternamente de los amaneceres y gloriosos atardeceres de Bernia. Fue una sencilla ceremonia de adiós y hasta se me escapó alguna lágrima.

¡Hasta siempre, compañeras!

De La cova de l’Arc y las umbrías de Bernia

     Jose ya estaba impaciente y por la ladera norte nos fuimos a la Cova de L’Arc. Un sendero, unos metros más abajo del Forat, en principio, casi imperceptible, acaba afianzándose bajo las enormes paredes de la Sierra. El espectáculo de la gran montaña te inunda los ojos. Bernia te ofrece las mejores panorámicas de toda la escarpada sierra: su pico, su diabólica cresta, las enormes pedreras interminables…y cuando crees que ya lo has visto todo…aparece…¡el inmenso anfiteatro natural de la Cova de L’Arc! Caí rendido a sus pies, emocionado por tanta belleza y… a punto estuve de adorarlo, como los profanos, al becerro de oro.

De La cova de l’Arc y las umbrías de Bernia
De La cova de l’Arc y las umbrías de Bernia

     Subimos las empinadísimas rampas que nacen a los pies de los dos arcos naturales. Yo por la derecha del anfiteatro y Jose, más listo que yo, por la izquierda …aquello parecía el famoso duelo de OK Corral, rivalizando ambos por ver quien disparaba antes…su cámara fotográfica. Yo, enloquecido, apretaba el gatillo por doquier. Lo quería captar todo…

¡hasta el último rincón del soberbio paraje!

De La cova de l’Arc y las umbrías de Bernia
De La cova de l’Arc y las umbrías de Bernia

     Jose aún trepó hasta el interior de la cueva, pero no llegó hasta el segundo arco ya sobre la misma cresta. Y no es que fuera complicado hacerlo, pero echamos de menos no haber traido una cuerda por seguridad en la bajada. Entretanto, yo ya no necesitaba más y, como de costumbre, en estas solemnes ocasiones, me senté y pequé. ¡Me encendí un cigarro! para contemplar la inmensidad de la mirada, con toda la Marina Alta a nuestros pies.
Excitados, con todo lo que nos quedaba, no nos entretuvimos ni en almorzar, no fuera que las nubes amenazantes nos fueran a suspender la película en mitad de la proyección. Teníamos que volver ya hacia los coches porque nos quedaba la segunda de la doble sesión que nos habíamos marcado al principio: El Pas dels Bandolers.
Nos quedamos mirando el perfil de la sierra hacia el mar y la proximidad de la cresta….

¡Al diablo hoy con el Pas dels Bandolers!

¡Nos vamos al Mascarat!

De La cova de l’Arc y las umbrías de Bernia

     Qué delicia llegar a la última parte de la sierra, con un perfil menos arriesgado para caminar sobre su ya más ancha cresta, y disfrutar de inolvidables vistas del mar, del peñón de Ifach, de la Sierra de Olta, del Mascarat, del Morro de Toix, de la bahía de Altea, de la Sierra Helada, de… de…

De La cova de l’Arc y las umbrías de Bernia
De La cova de l’Arc y las umbrías de Bernia

     Mi amigo Jose estaba a punto de un infarto emocional. Serio, me dijo:

«Paco, a mí hoy ya no me cabe más».

      Intuimos una pequeña senda que se acercaba a unas preciosas formaciones de rocas erosionadas como una pequeña ciudad encantada, y devoramos nuestros bocadillos.
Mientras descansamos percibimos una pista en el fondo del valle y que parecía que pudiera acercarnos a nuestro punto de inicio. El senderillo, escondido entre las rocas, parecía que fuera a su encuentro, así que renunciamos a volver sobre nuestros pasos y nos aventuramos en la bajada.

      Pero…

¡cuál fue nuestra sorpresa!

     Delante de nuestros pies el sendero moría en una interminable pedrera, de la que apenas intuías el final. Me surgieron las dudas. Las pedreras son muy divertidas de bajar y me encantaría hacerlo. Pero durante años he peleado para que nadie lo haga por todo lo que aportas a la erosión de la montaña. Me acordé en esos momentos de mi amigo Ramonet y de los amargos momentos por los que está pasando. No pude evitar pensar en lo que a él le pone la tan sola visión de una pedrera de estas dimensiones. Lo comenté con mi amigo Jose. Nos miramos y como en la famosa escena de «Dos hombres y un destino» hasta en Benissa se escuchó un enorme

«Viva Ramonet»…

De La cova de l’Arc y las umbrías de Bernia

     …mientras dos minimas siluetas se intuían cayendo en la inmensa ladera de Bernia.

De La cova de l’Arc y las umbrías de Bernia

     Al llegar a la pista, encontramos un panel de «reserva botánica» con unas fotografías de la inmensa pedrera y un monton de especies que se están intentando regenerar. Avergonzado, no sabía donde esconderme. Con un inmenso pesar, le dije a Jose que me iba a mear. Y entre los arbustos, llevé mi mano a mi cartera. Dolido,

¡rompí en mil pedazos mi carnet de Greenpeace!

De La cova de l’Arc y las umbrías de Bernia

     Empezamos a andar y la pista, a veces pista, a veces sendero, se introducía en los últimos bosques de Bernia. Empezamos a repasar las grandes aventuras del día. A fin de cuentas, habíamos pisoteado todo aquello por pura ignorancia y no en acto de inconsciencia cerebral. El sendero cruzaba transversálmente toda la ladera baja de la sierra, en un vergel de vegetación, que tampoco habíamos echado en falta en las alturas. Nos vinieron a la vista la cova del Arc, el Forat, el Portitxol…

¡mira Jose, el pico Bernia!…

      …el peñon de la Obenga, donde a sus pies un día bajaremos el Pas dels Bandolers, la sierra Ferrer…

¡mira Jose, la Xortá, y…¡Tárbena!…¡que bién lo pasamos en casa Pinet!…

al final todo fue pura felicidad.

      Y nos bebimos una mistela en Xaló, y aun fuimos a Murla, a rendirle pleitesía a nuestro querido Cavall Verd, y volvimos en coche entre todas nuestras montañas de la Marina…
Yo vine la mar de contento…

¡mas contento que un niño con zapatos nuevos!

      Después de todo ….

¿No era por eso por lo que habíamos ido a Bernia?

De La cova de l’Arc y las umbrías de Bernia

Tenéis un espectacular pase de diapositivas pichando en la foto de abajo:

La cova de l’Arc y las umbrías de Bernia

Volvimos en febrero de 2012 y nos recreamos en las partes altas de la Cova del Arc y toda la cresta oriental, aquella que se prolonga hasta el Mascarat desde el inmeso paraje de la Cova. Os dejo el enlace:

https://acelobert2010.wordpress.com/2012/03/12/bernia-la-cresta-oriental/

22 comentarios en “Sierra de Bernia – La Cova de L’Arc

  1. que gran ruta os echásteis y que bien explicado,lo pasasteis muy bien y si ya le tenía ganas a esa zona ahora después de veros aún más.Salut i muntanya

  2. Bueno, aclaro, no conocía en Bernia, La Cova del Arc, ahora la ubico, está mirando a Benissa, antes de pasar el tunel que va a la vertiente Sur de Altea. Realmente es un lugar muy bonito, a pesar que hago la subida siempre desde Callosa, haré por visitarla la próxima vez, que supongo no será a mas tardar.

    Me gusta mucho, la redacción y la amenidad que aportas en tus comentarios montañeros, lo suscribo y te felicito.
    Gracias por compartirlos.

    Por favor no cuentes la excursión de la Mallá del Llop de ayer, la gente me tomará mucha manía, por esas sendas tan hermosas (e inexistentes) en que os hago caminar, y despues esa agradable «brisa» que nos ilusionó tanto ayer, me quitó hasta el habla, y lo digo de manera literal, asi fue, no me salian o no podía articular la manera de expresarme.

    Un saludo y me han cdertificado, que en el 33 ganó, quien tu dijistes……………………, yo no lo sabía, soy torpe hasta en los conocimientos.
    3mil.

    • Emili, para mí sería un gran honor compartir este grandioso escenario contigo. Aún nos quedan muchas cosas por descubrir en esta maravillosa Sierra y me encantaría poder hacerlo contigo. Gracias por los halagos pero no me pidas que no cuente lo de la Mallada. Sufro de incontinencia verbal montañera y quiero decirle a todo el mundo lo en grande que lo pasamos el otro día, pero tranquilo, no desvelaré esas sendas secretas que tú tan bien conoces y que yo ya no se si sería capaz de volverlas a encontrar. Un abrazo.

      • Jajajajajajaja, ¿sendas?, jajajajaja, claro si partimos de la premisa de que las cabras hacen surcos que se asemejan a sendas de personas, pues si.

        Mira, personalmente me gustará descubir un poco mas Bernia, por ejemplo tengo ganas de conocer esa hermosa excursión que tan bien narras, y si nos sobran las ganas haremos la ruta, otro día, por el pie de la base del monte, la parte norte, es bonita y hay algunos tejos, que yo en su dia, apuntale, para que se criasen altos y firmes.
        Otro lugar que deseo recorrer es la bajada desde en el recorrido de la cumbre la pedrera que está en la vertiente de Noroeste y que baja casi al mismo barranco donde nace el Rio Algar…….., hay tanto que pisar.
        Un saludo y gracias por tu bonitos comentarios, de verdad, eres original en tu escritura narrativa y le das amenidad.
        3mil

  3. Gran crónica Paco felicidades me a gustado mucho, además me trae muy buenos recuerdos. No se si lo sabes pero el mes pasado fui por primera vez a la sierra de Bernia y me gustó muchísimo. Nosotros pasamos por el forat y subimos después la portixol para subir a la cima del bernia cresteando desde allí, una pasada. Ese día ya me dí cuenta de que nos quedaron muchas cosas por ver de esa zona y tu crónica me a dado mas motivos para volver unas cuantas veces.
    Saludos

    • Tenía pendiente hacer un comentario en tu crónica de Bernia. Motivos personales me han impedido últimamente hacer «vida social» en Internet y no he tenido tiempo de leer nada aunque si vi tus fotos. Pues lo más sorprendente es que estuvimos en Bernia «EL MISMO DIA», vosotros haciendo la parte occidental y nosotros la oriental. Incluso «os vimos» sin saber que erais vosotros. Resulta que cuando acabamos fuimos a tomar algo en un bar-restaurante con un impresionante terraza panorámica sobre la sierra, que hay cuando sales de Casas de Bernia en dirección Xaló (siempre volvemos por allí por el tema de la estupenda mistela de pasas que venden. Desde allí estuvimos observando unas siluetas sobre el Peñon de Ovenga y ¡sorpresa! al ver tu espectacular recuerdo fotográfico me di cuenta que érais vosotros. ¡qué lastima! Me hubiera encantado poder saludaros.
      En cuanto a Bernia, no te la acabas nunca. Yo he ido más de diez veces y he subido por todos los lados y siempre encuentro mil propuestas sugestivas para volver. Es una pena que os quede tan lejos de Burriana pero merece la pena el esfuerzo que podáis hacer para visitar todas las montañas de la Marina. Ninguna os decepcionará. ¡Un abrazo!

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